El Teatro Metropólitan se iluminó de rojo en la segunda noche de Kumbala

Texto: @dime_cox / Fotografías tomadas del Fb oficial de la banda (credito: @alejandrozeller)

La cita fue a las 18:30 horas, Los asistentes, se encontraban listos para dejarse llevar por la magia de la música. Al abrirse el telón, los gritos inundaron el recinto, al ritmo de “Cenizas”, el público, se puso de pie para recibir con aplausos a nuestros pachucotes favoritos.

La noche se volvió en un lugar seguro, en donde el amor, el agradecimiento, el cariño, la igualdad y la reflexión reinaban. Tanto las nuevas como las viejas generaciones se  encontraban disfrutando de esta magnífica y única ocasión.

Roco, con su característico carisma, nos brindó un mensaje poderoso sobre la importancia del agradecimiento y la fuerza del amor. La energía que emanaba del escenario era simplemente arrolladora, con cada salto y paso extravagante.

Luego de una intensa primera parte, llegó el momento acústico. Llenando de nostalgia el recinto, ya que la agrupación tocaba de esa manera en el patio de la vecindad , soñando en que en algún momento tocarían ante grandes multitudes.

Como sorpresa, “Solín” se hizo presente, logrando que todos los asistentes estallaran de emoción, ya que en el show anterior, no se incluyó en el set list.

La noche estaba por llegar a su fin, no sin antes entonar en unísono, aquel inolvidable coro del pasado “Hey pa’ fuiste pachuco, también té regañaban. Hey pa’  bailabas mambo

tienes que recordarlo”, logrando que todos danzaran al mismo ritmo.

Y así, con la luz roja de neón marcando el final, concluía un momento único, en la historia de la Maldita Vecindad.

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