Texto: Tania Gómez / Fotos: Cortesía OCESA
“El León” volvió a rugir frente a sus fans en Ciudad de México. Los Fabulosos Cadillacs aparecieron en el Palacio de los Deportes el pasado miércoles y jueves, y desde el minuto uno emocionaron a los 18 mil presentes.
Con “Bares y Fondas” y “ ”Noches Árabes” arrancaron el reencuentro con sus seguidores mexicanos, temas incluidos en el disco Bares y Fondas, primer álbum de estudio del grupo argentino, y que este 2023 cumplió 37 años de su lanzamiento.
“Mi novia” encendió los ánimos y con ese tema comenzó el slam en todo el foro. Vicentico, ataviado con lentes oscuros, chaqueta y bastón, continuó la velada con “Carmela” y “Estoy harto”, al tiempo que jugueteaba con el bajista, Flavio Cianciarulo, para dar pie a uno de los éxitos predilectos de los mexicanos: “El León”. Para entonces, el público sacó sus celulares para no perder detalle, al tiempo que coreó cada estrofa.
Florian Fernández y Astor Cianciarulo, hijos de Vicentico y Flavio, y quienes también forman ya parte de la agrupación, se lucieron al lado de sus padres al interpretar “El Genio” y “Los Condenaditos”, al tiempo que Vicentico se acaloró y decidió despojarse de lentes, chaqueta y camisa, quedándose sólo en camiseta.
Más adelante, para “Saco azul”, volvió a colocarse camisa y chaqueta, para después despojarse de ésta última y colocarla sobre el pedestal.
Los fans mexicanos se deshicieron de emoción y lanzaron cerveza al aire, así como vasos al escuchar los acordes de “Revolution Rock”, tema que los argentinos no interpretan con frecuencia en sus presentaciones. El saxofón de Sergio Rotman apareció en escena con Siguiendo la Luna, en el que fue el momento cumbre de la noche, cuando los asistentes encendieron las luces de sus celulares e iluminaron totalmente el Palacio de los Deportes, al igual que con Vasos Vacíos.
Los grandes éxitos como “Mal Bicho”, “Matador” y “Carnaval toda la vida” engalanaron la noche, en la presentación posterior a que Los Fabulosos Cadillacs rompieran el record de asistencia a un concierto gratuito en el Zócalo de Ciudad de México en junio pasado.
Como ya es tradición, los argentinos se despidieron con “Yo no me sentaría en tu mesa”, después de un encore y casi dos horas de deleitar a los mexicanos.
